Las flores del almendro y de algunos frutales de hueso y pepita como el albaricoquero, el ciruelo, el melocotonero, el cerezo… Anuncian la inminente llegada de la primavera.
En Marzo destacan entre sus actuaciones generales, el mantenimiento del jardín, la importancia del riego, junto con su correspondiente abonado y fertilización.
Las labores generales de mantenimiento son: airear, abonar, regar, labrar y sembrar la tierra, recolectar los frutos, limpiar, plantar, podar, controlar el crecimiento de las plantas, retirar las malas hierbas y realizar tratamientos.
En el mes anterior, para favorecer las buenas condiciones del suelo de nuestro jardín, recomendamos realizar un abonado orgánico general. Sí todavía no lo hemos hecho, este es un buen momento para hacerlo.
Son muchas las plantas que empiezan a brotar. Por ello, para que tengan un buen estado de salud y resplandezcan durante – todo – su ciclo vital. Es importante que realicemos un correcto riego y abonado de las plantas.
Realizaremos un correcto abonado de las plantas, utilizando solo sustratos específicos. Con los sustratos renovaremos la tierra y sí es necesario, también renovaremos su recipiente – en el caso de que esté en maceta–.
Sí el vegetal lo requiere, junto con el riego, y siguiendo las indicaciones del fabricante; Podremos acompañar a nuestros vegetales de una correcta fertilización química.
En el mercado existen fertilizantes químicos: líquidos y sólidos. Los líquidos son de rápida absorción, mientras que los granulados los hay en forma y tiempos variados.
Es preferible regar las plantas por las mañanas, cuando el agua está fría y el sol aún no calienta demasiado. Evitaremos la humedad nocturna y regar en horas de máxima insolación, para prevenir quemaduras y enfermedades.
Otra tarea a realizar en Marzo es la de reposición de plantas con gran efecto decorativo y que el mercado ofrece en muy diversas formas. Ante la majestuosa llegada de Marzo son relevantes: claveles, margaritas, azaleas, petunias, begonias, gerberas…
También podemos encontrar bulbos y tubérculos que florecerán a finales de primavera y a principios de verano: gladiolos, lirios, dalias…
A principios de primavera, aparecen los primeros ataques de hongos, plagas de cochinillas, pulgones, caracoles, babosas… Por tanto, si es necesario, hay que realizar tratamientos insecticidas y fungicidas.
Aunque durante el día, el aumento de las temperaturas sea considerable, de noche hay que seguir tomando precauciones con las heladas y resguardar a los vegetales más sensibles al frío.
Invirtiendo un poco tiempo y tomando las medidas adecuadas de prevención; Lograremos que los próximos meses que pasemos en nuestras terrazas, balcones y rincones del jardín, los pasemos disfrutando de la belleza singular de esta segunda naturaleza.
Todas las actuaciones generales que aplicamos en el mantenimiento del jardín, van en la línea de proteger los vegetales. En esta época del año, las necesidades de agua son mayores. Por lo que será necesario ajustar y aumentar el tiempo de riego. Las plantas que están en maceta son susceptibles de sufrir sequía. Las plantas de interior, son sensibles a padecer sequedad, atención al uso de pulverizadores. Resguardando correctamente los vegetales del sol y evitando la humedad durante la noche, evitaremos quemaduras y enfermedades y conseguimos una mayor salud y eficiencia de nuestro jardín.