Con la exuberante llegada de Junio, el mes de transición entre la primavera y verano, destacamos entre las actuaciones generales en el mantenimiento del jardín, la importancia del riego césped y pradera y el mantenimiento de las piscinas. Aunque el mantenimiento del jardín y la piscina se hace durante todo el año, es en esta época, dónde adquiere más notoriedad.
Junio es una buena ocasión para poner a punto el césped. El mantenimiento de céspedes y praderas consiste en realizar todas aquellas tareas de conservación que se precisen. Segado, resiembra, abonado y por supuesto el riego.
En verano, la tarea más importante en el mantenimiento de piscinas es la desinfección del agua. Por tanto por higiene y salud no debemos desatender y menos en los meses de verano el cuidado de nuestras piscinas.
En verano con el incremento de las horas de sol y una mayor exposición solar, las necesidades de agua son mayores y más frecuentes. Es de vital importancia, que no haya fallos al realizar los riegos, tanto si el riego lo realizamos de manera manual como si es riego automático. Un descuido, podría ser letal para nuestras plantas.
Además de pasar más horas en espacios exteriores, los meses de verano son también tiempo de jardines nocturnos. Por tanto, en el mantenimiento incluiremos la revisión del sistema y controles de alumbrado, para que nada impida que disfrutemos de las noches en nuestro jardín.
Mención especial a las plantas que estén recién plantadas. En su fase de adaptación inicial, necesitarán más atención y una mayor frecuencia de riegos. Y más atención aún, durante los meses de verano.
Sobre todo en verano, es conveniente realizar los riegos a primera hora del día y/o a última hora del día. Cuando el agua está fría y el sol aún no calienta demasiado. De esta manera evitaremos en las horas en las que el sol más calienta, además de quemaduras y enfermedades, perdida de absorción de agua por la elevada evaporación. La frecuencia de los riegos paulatinamente irá aumentando.
En estos meses de verano hay que observar la incidencia de plagas y enfermedades en los vegetales, con tal de poder tomar medidas preventivas para evitar daños irreparables. Con el control de plagas adecuado, nuestras especies vegetales, estarán más preparadas ante la llegada de los meses de más calor.
Las labores generales de mantenimiento son: airear, abonar, regar, labrar y sembrar la tierra, recolectar los frutos, limpiar, plantar, podar, controlar el crecimiento de las plantas, retirar las malas hierbas y realizar tratamientos.
En el mes anterior, incidimos en la importancia de poner a punto nuestro sistema de riego automático. Además hicimos hincapié en la importancia del ahorro de agua, tiempo y de dinero que esto supone.
En este mes, la poda de árboles y arbustos será muy sosegada, únicamente en chupones y en arbustos que florecieron en primavera y requieran saneamiento. En verano, destaca la poda de palmáceas, ya que son plantas muy delicadas de manipular en épocas de frío.
Es tiempo de siembra de flores de verano: clavelinas, capuchinas, clavel de moro, girasol, petunia… Pero sobretodo es buen momento para trabajar con los injertados de árboles y arbustos.
En cuanto a las plantas trepadoras, que estarán en fase de crecimiento, las dirigiéremos convenientemente sobre, muros, celosías, tutores o pérgolas, para que se desarrollen adecuadamente, a priori de cortar.
“En Junio el 21 es largo como ninguno.” La fecha del solsticio de junio constituye el día más largo del año en el hemisferio septentrional, y el más corto en el hemisferio meridional.
Junio no solo es tiempo de piscinas, también es tiempo de estanques. Este ecosistema acuático, es adecuado para especies vegetales muy concretas: Nenúfar, Flor de loto, Jacinto de agua, lechuga de agua, Lirio de agua…
Aunque, durante el día el aumento de las temperaturas sea considerable y las necesidades de agua sean mayores y más frecuentes, realizaremos un riego programático, moderado y pautado, evitando el riego en las horas de más calor.
Con el aumento de las temperaturas, aparecen los ataques de hongos, plagas de cochinillas, pulgones, caracoles, babosas… Es importante detectar las plagas y realizar los tratamientos fitosanitarios insecticidas y fungicidas antes de que sea demasiado tarde.
Invirtiendo un poco tiempo y tomando las medidas adecuadas de prevención; Lograremos que estos meses de terrazas, balcones y jardines de verano, los pasemos disfrutando.
Todas las actuaciones generales que aplicamos en el mantenimiento del jardín, van en la línea de proteger los vegetales. En esta época del año, las necesidades de agua son cada vez mayores. Por lo tanto, será necesario ajustar y aumentar el tiempo de riego. Las plantas que están en maceta son susceptibles de sufrir sequía. Las plantas de interior, son sensibles a padecer deshidratación, atención al uso de humidificadores. Resguardando correctamente los vegetales del sol y evitando la humedad durante la noche, evitaremos quemaduras y enfermedades y conseguimos una mayor salud y eficiencia de nuestro jardín.