Existe un asombroso misterio en la naturaleza sobre cómo se extendieron las flores por todo el planeta.
Es fascinante preguntarse cómo han logrado desarrollar tan fascinante diversidad de formas, texturas, olores, colores… Escuchando a la Dr. Heather Whitney, bióloga molecular, me llamó poderosamente la atención una frase suya que explicaba que «en el caso de las flores, lo que realmente están haciendo es “inducir” a los polinizadores “a actuar” como un mensajero que lleva un paquete de una flor a otra». Esta comunicación inducida es la clave de su subsistencia.
La atracción que generan las flores no ha seducido únicamente a insectos y polinizadores varios. También ha fascinado al ser humano. Y entre nuestros contemporáneos, en especial, mención al rey Carlos II de Inglaterra. Al cual, su devoción por las flores le llevó a recopilar información de sus atribuciones simbólicas a lo largo y ancho del continente europeo. Dando lugar a la creación de la peculiar floriografía victoriana.
El lenguaje de las flores o floriografía fue un medio de comunicación que se popularizó en la época victoriana entre sus cortesanos, con el objetivo de enviar mensajes en clave y de manera íntima y confidencial. Aunque se ha perdido gran parte de estos códigos victorianos. El culto a las flores en todo el mundo está intacto.
Lo asombroso del lenguaje de las flores es que sea un lenguaje que está vivo y es cambiante. Es una manera cómplice de expresar nuestros sentimientos más profundos y de amar. Amar, es también una manera de estar en el mundo.
¿Desde hace cuanto, el gesto de regalar flores ha sido una manera de amar en vida?
Como dice Max Muller, «Una flor no puede florecer sin el sol, y el “hombre” no puede vivir sin amor».
Nomenclatura simbólica
- Alhelí, “Matthiola incana”, es de origen sur europeo. En color amarillo significan fidelidad; En blanco simboliza la paz y modestia; En púrpura representa la belleza. Carlomagno tenía mucho aprecio al Alhelí blanco, el cual trajo de Egipto y Siria en tiempos de cruzadas.
- Azucena, “Lilium”, es de origen mediterráneo. En color blanco significan pureza y en el cristianismo venerar la pureza de virgen maría. En color rosa simboliza pasión.
- Begonia, es de origen tropical. Su significado es el de amistad.
- Cala, “Calla palustris”, es nativa en las regiones frías del hemisferio norte. Simbolizan la pureza y la simpatía. Para las civilizaciones griega y romana era un símbolo festivo (copa de beber).
- Cattleya, origen, sur américa. Es la flor oficial de Colombia. Como muchas de las orquídeas, representan al amor y a la sexualidad.
- Clavel, “Dianthus caryophyllus”, es de origen mediterráneo. En color rosa, simbolizan el amor eterno de una madre a un hijo.
- Cyclamen, es de origen europeo. Simbolizan amor duradero y sincero. Era, una de las flores predilectas de Leonardo da Vinci, con la que cubría los márgenes de sus manuscritos.
- Dahlia, de origen Azteca. Simboliza el compromiso de hacer feliz a quien se estima.
- Flor de almendro, es un árbol de origen mediterráneo. Sus flores simbolizan el despertar.
- Flor de loto, “Nelumbo nucifera”, es una especie natural de sur de Rusia y del cercano oriente. Para los budistas representa el amor a dios; y la pureza del cuerpo y del alma.
- Gardenia, de una especie de origen chino. Simbolizan atracción de energía purificadora y representan una declaración amorosa, amor secreto.
- Geranio, “Geranium” es de origen mediterráneo. En color rojo, representa el pensamiento constantemente hacia otra persona.
- Gerbera, origen, sur africano. Se conoce que en Egipto se usaba para venerar al dios sol.
- Hortensia, “Hydrangea”, de origen asiático. En Japón es considerada una planta espiritual. Representa el camino hacia el paraíso.
- Jazmín, “Jasminum”, en la región del Himalaya representa un amor espiritual y simboliza la esperanza.
- Lavanda, los Celtas la usaban para venerar a la diosa Aine. Simbolizan amor y devoción.
- Magnolia, es una especie natural del hemisferio sur. En Japón representa el amor por la naturaleza.
- Margarita, simbolizan la inocencia y la pureza. Transmiten amor leal y alegría.
- Mirto, “Myrtus”, de origen europeo y africano, es un arbusto consagrado a Venus. Su emblema es el amor venido.
Así pues cuidemos a las flores, y por ende a las plantas como símbolo de amor sostenido en el tiempo, y por ello sostenible y más verdadero.
Toda acción suma.
❤