Cyclamen es una hermosa planta, con una flor elegante y delicada al tacto. Su flor me recuerda en delicadeza a la orquídea. Pero mucho más maleable que esta. Esta planta aporta encanto a nuestro hogar y en nuestra área mediterránea, la podemos encontrar en invierno. Pues gusta de frío.
¿Sabíais qué en nuestro clima mediterráneo litoral, empieza a florecer en el otoño y puede prolongarse durante el invierno y primavera.
Nombre común: Cyclamen
Nombre científico: Cyclamen persicum
Descripción: Es una especie bulbosa, originaria del Mediterráneo oriental, de la familia de las Primuláceas. Sus hojas en forma de corazón, tiene manchas grisáceas que forman diferentes dibujos. Las flores las hay en colores que van desde el blanco al escarlata, pasando por tonalidades rosadas, púrpura y salmón. La planta puede alcanzar una altura de unos 30 a 40 centímetros. Está repleta de símbolos. Se la considera un amuleto protector. También un atrayente, capaz de proporcionar prestigio social.
Cuidados: Es importante el abonado orgánico, y no excederse con el nitrógeno. El cyclamen es muy sensible al exceso de humedad. No se debe regar desde el centro de la planta, es conveniente regar poniéndole un plato con agua, para que absorba la cantidad de agua necesaria. Y un tiempo después, retirar el agua sobrante para evitar que se pudra la planta. Esta planta puede estar en el interior de nuestro hogar, si está bien ventilado e iluminado, evitando las zonas de calor. Debemos ubicarla en sitios frescos orientados al norte. Además de que no le gusta en exceso el calor, es importante que no reciba el sol directo y protegerla de las lluvias y heladas. Si se conserva debidamente, puede tener una vida de varios años.
Floración: Es una planta de ciclo invernal. En nuestro clima mediterráneo litoral, empieza a florecer en el otoño y puede prolongarse durante el invierno y primavera.
Plagas y enfermedades: Hongos, mosca blanca, ácaros, gorgojos, orugas, manchas, golpes de calor.
Parte comestible y uso culinario: El cyclamen es una planta venenosa para el hombre, ya que el tubérculo contiene una sustancia tóxica llamada ciclamina.
Uso medicinal: Del tubérculo extraen la ciclamina, en altas dosis es toxico y es utilizada para la fabricación de medicamentos y para ser consumida ha de hacerse bajo prescripción médica.