En verano, llegan las ganas de sol, de piscina y de jardín. Y al igual que nosotros nos debemos proteger del calor, del exceso del sol y de evaporación… Las plantas de nuestro jardín también necesitan que tomemos decisiones que las protejan del calor, del exceso de sol y de evaporación.
Para conocer que hábitos podemos tomar para proteger nuestras plantas en verano, te recomiendo que veas el articulo “¿Cómo proteger nuestras plantas del calor?” https://beniverd.com/como-proteger-nuestras-plantas-del-calor/
Con la llegada de Agosto, el último mes en el calendario del jardinero, destacamos entre las actuaciones generales en el mantenimiento del jardín, la importancia del agua. Tanto en el riego general, como en el riego del césped y también en el cuidado del agua en las piscinas. Y resaltamos la importancia de realizar un consumo responsable de este preciado recurso.
Aunque el mantenimiento del jardín, del césped y de la piscina se hace durante todo el año, es en esta época, dónde adquiere más notoriedad. Es de vital importancia, que no haya fallos al realizar los riegos. Un descuido, podría ser letal para nuestras plantas. En agosto el césped debe ser regado a diario, de tal manera que la tierra conserve la humedad y el agua penetre bien en las raíces. No está de más aplicar un abono complejo de de lenta liberación para que le césped se mantenga vigoroso durante todo el verano.
Tanto si el riego lo realizamos de manera manual como si es riego automático, hay que tener en cuenta que en verano, con el incremento de las horas de sol y una mayor exposición solar, las necesidades de agua son mayores y más frecuentes. Debemos tomar las medidas necesarias para llevar a cabo un uso eficiente del agua en el jardín.
Sobre todo en verano, es conveniente realizar los riegos a primera hora del día y/o a última hora del día. Cuando el agua está fría y el sol aún no calienta demasiado. De esta manera evitaremos en las horas en las que el sol más calienta, además de quemaduras y enfermedades, perdida de absorción de agua por la elevada evaporación. La frecuencia de los riegos paulatinamente irá aumentando.
Mención especial a los árboles frutales que estén en este mes cargados de frutal: albaricoque, avellano, higuera, manzano, peral… En su fase de crecimiento inicial, podemos ayudarles reforzando sus ramas con cañas, postes y cuerdas, para que no se rompan con el desarrollo de la frutal. Además debemos prestar atención al riego y la exposición solar, sino queremos que un descuido nos lance a perder toda la fruta.
Además de esto, en los meses más tórridos, hay que observar la incidencia de plagas y enfermedades en los vegetales, con tal de poder tomar medidas preventivas para evitar daños irreparables. Con el control de plagas adecuado, nuestras especies vegetales, estarán más preparadas ante la llegada de los meses de más calor.
Con el aumento de las temperaturas, aparecen los ataques de hongos, plagas de cochinillas, pulgones, caracoles, babosas… Es importante detectar las plagas y realizar los tratamientos necesarios.
En cuanto al abono, es importante hacerlo siempre con garantías ante la llegada de los calores sofocantes del verano. Es preferible evitar abonar que dañar el vegetal.
Las labores generales de mantenimiento son: airear, abonar, regar, labrar y sembrar la tierra, recolectar los frutos, limpiar, plantar, podar, controlar el crecimiento de las plantas, retirar las malas hierbas y realizar tratamientos.
En primavera, incurrimos en la importancia de poner a punto nuestro sistema de riego automático. Además hicimos hincapié en la importancia del ahorro de agua, tiempo y de dinero que este supone.
En el mes anterior, incidimos en la importancia de la revisión del sistema de alumbrado. Para ello es recomendable utilizar luces de bajo consumo y revisar bien la instalación de manera que el calor de las mismas al estar accionadas no pueda provocar ningún daño. Los meses de verano son idóneos para pasar más tiempo de noche en nuestros jardines y terrazas. Revisaremos el estado del jardín para que nada nos impida que disfrutemos de él al salir en las noches.
En verano, destaca la poda de palmáceas, ya que son plantas muy delicadas de manipular en épocas de frío. En este mes, la poda de árboles y arbustos será muy sosegada y de saneamiento. En el caso de árboles y arbusto que hayan crecido demasiado y de manera desigual deformándose, se podrá realizar una poda no agresiva y de mantenimiento.
Es tiempo de siembra de flores de verano: capuchinas, clavel de moro, girasol, petunia… Pero sobretodo es buen momento para trabajar con los injertados de árboles y arbustos.
En cuanto a las plantas trepadoras, que estarán en fase de crecimiento, las dirigiéremos convenientemente sobre, muros, celosías, tutores… Para que se desarrollen adecuadamente.
El verano no solo es tiempo de piscinas, también es tiempo de estanques. Este ecosistema acuático, es adecuado para especies vegetales muy concretas: Nenúfar, Flor de loto, Jacinto de agua, lechuga de agua, Lirio de agua… En verano hay que oxigenar el agua de los estanques y retirar las algas flotantes.
Aunque, durante el día el aumento de las temperaturas sea considerable y las necesidades de agua sean mayores y más frecuentes, realizaremos un riego programático, moderado y pautado, evitando el riego en las horas de más calor.
Invirtiendo un poco tiempo y tomando las medidas adecuadas de prevención; Lograremos que estos meses de terrazas, balcones y jardines de verano, los pasemos disfrutando.