Con la imponente llegada de Abril, destacamos entre las actuaciones generales en el mantenimiento del jardín, la importancia del riego. Aunque el sistema de riego, lo revisamos periódicamente, durante todo el año, es en esta época, dónde adquiere más notoriedad.
Es imprescindible asegurar el buen funcionamiento de nuestro sistema de riego. Si todavía no contamos con un sistema de riego, Abril es una buena ocasión. Contar con un sistema de riego, no solo nos facilita la tarea de regar las plantas. Además es garantía de realizar riegos mucho más eficientes con un considerable ahorro de agua.
Con el incremento de las horas de sol y una mayor exposición solar, las necesidades de agua son mayores y más frecuentes. Es de vital importancia, que no haya fallos al realizar los riegos, tanto si el riego lo realizamos de manera manual como si es riego automático. Un descuido, podría ser letal para nuestras plantas.
A partir de ahora, es conveniente realizar los riegos a primera hora del día y/o a última hora del día. Cuando el agua está fría y el sol aún no calienta demasiado. De esta manera evitaremos en las horas en las que el sol más calienta, además de quemaduras y enfermedades, perdida de absorción de agua por la elevada evaporación. La frecuencia de los riegos paulatinamente irá aumentando.
En los meses primaverales algunos vegetales requieran tanto de abonado como de fertilización. Nutriendo convenientemente nuestras especies vegetales, las prepararemos ante la llegada de los meses de más calor.
Las labores generales de mantenimiento son: airear, abonar, regar, labrar y sembrar la tierra, recolectar los frutos, limpiar, plantar, podar, controlar el crecimiento de las plantas, retirar las malas hierbas y realizar tratamientos.
En el mes anterior, realizaremos un correcto abonado de las plantas, utilizando solo sustratos específicos. Renovaremos la tierra y en algunos casos, también renovaremos los recipientes –macetas–.
En este mes, la poda de árboles y arbustos será muy sosegada, únicamente en chupones. En primavera, destaca la poda de palmáceas, ya que son plantas muy delicadas de manipular en épocas de frío.
En abril hay una gran variedad de vegetales que se siembran: árboles, arbustos, plantas anuales, bulbos de verano, vivaces de primavera…
Entre la siembra de flores de verano se encuentran: capuchinas, clavel de moro, girasol, petunia… Y también las plantas trepadoras: campanillas, guisante de olor…
Abril es tiempo de huertos en el jardín. Se siembran todo tipo de hortalizas: pepino, la calabaza, puerro, lechuga, alcaparra, zanahorias, tomates, pimientos, judías, coles, apios, perejil, berenjenas…
En este mes primaveral, durante el día, deberemos sacaremos al sol algunas de las plantas que permanecieron resguardadas del frío, para que reciban más luz y una mejor ventilación.
Aunque, durante el día el aumento de las temperaturas sea considerable. De noche, seguiremos tomando precauciones con las heladas tardías. Resguardaremos a los vegetales más sensibles al frío, con algún tipo de acolchado…
Con la primavera, aparecen los ataques de hongos, plagas de cochinillas, pulgones, caracoles, babosas… Es importante detectar las plagas y realizar los tratamientos insecticidas y fungicidas antes de que sea demasiado tarde.
Las zonas de césped en primavera y verano adquieren gran importancia. Abril es buena época para resembrar el césped y plantar tepes. Por lo general, realizaremos periódicamente las tareas de siega y riego.
Abril es un tiempo ideal para sembrar, plantar, cultivar… Y disfrutar del jardín. Es momento de sacar los muebles al jardín y contemplar la inconmensurable belleza y el bienestar que nos otorga esta segunda naturaleza. «El amor por la Jardinería es una Semilla que una vez sembrada nunca muere.»
Invirtiendo un poco tiempo y tomando las medidas adecuadas de prevención; Lograremos que estos meses de terrazas, balcones y jardines, los pasemos disfrutando.
Todas las actuaciones generales que aplicamos en el mantenimiento del jardín, van en la línea de proteger los vegetales. En esta época del año, las necesidades de agua son cada vez mayores. Por lo tanto, será necesario ajustar y aumentar el tiempo de riego. Las plantas que están en maceta son susceptibles de sufrir sequía. Las plantas de interior, son sensibles a padecer sequía, atención al uso de pulverizadores. Resguardando correctamente los vegetales del sol y evitando la humedad durante la noche, evitaremos quemaduras y enfermedades y conseguimos una mayor salud y eficiencia de nuestro jardín.